En Jujuy salió a la luz -en medio de la
declaración de emergencia económica que suspende las contrataciones del Estado-
la designación de decenas de personas para cubrir cargos de funcionarios en el
gobierno del radical Sadir. Entre los nuevos empleados se encuentran nada menos
que Luis Cabana, secretario General de UPCN Jujuy, y Mariela Tejerina, miembro
de la comisión directiva de ATE Jujuy. Las designaciones salieron publicadas en
el boletín oficial N288-G/2024 el pasado 19 de febrero.
Cabana asume como Subsecretario de Relaciones
Laborales. Hasta el año pasado fue diputado provincial por el PJ. Tejerina, por
otra parte, fue nombrada Coordinadora en Formación Laboral.
Anteriormente el gobierno había incorporado a
su staff a miembros de diferentes fracciones sindicales, pero luego de haber
cumplido su mandato. Estos, en cambio, asumen como funcionarios del gobierno
mientras todavía son “representantes” de sus afiliados. Atenderán de los dos
lados del mostrador, como habitualmente se dice en estos casos.
ATE y UPCN concentran casi la totalidad de los
trabajadores estatales sindicalizados de la provincia, y se han caracterizado
por estar a la retaguardia en la lucha de los trabajadores. Docentes, sanidad y
municipales, tienen sus propios sindicatos. El año pasado en la gran huelga
general educativa, que finalmente encabezó la lucha de otros trabajadores y
gremios, estos sindicatos jugaron un rol divisionista y casi periférico, con movilizaciones
aisladas o muchas veces vaciadas por la propia directiva.
UPCN tiene a Cabana como su dirigente
histórico, cada vez mas desprestigiado por su rol de alfil del peronismo
acuerdista provincial, y expresión de la politica de Andrés Rodriguez a nivel
nacional, de firmar las paritarias que le ponga en frente el gobierno de turno.
Por su parte, ATE es el gremio más grande de la
provincia, pero arrastra una crisis de dirección y sufre fraccionamientos y
disgregaciones, como ocurre a nivel nacional, tanto en ATE como en la CTA.
Desde la caída en desgracia de la Tupac Amaru, organización a la que se había
subordinado, ha decantado en choques de camarillas constantes.
En un cuadro muy complejo para los
trabajadores, en medio de la carestía y los anuncios de despidos y
suspensiones, se vuelve más necesario que nunca organizaros y superar la
burocracia, que es un soporte de las medidas de ajuste nacional y provincial.
El gobierno
ha convocado a paritarias. Estas direcciones de funcionarios del gobierno, ¿a
quiénes van a representar en la mesa de negociación? ¿Vamos a enfrentar la ley
antiobrera que envió Sadir a la Legislatura con dirigentes que son funcionarios
de su gobierno? Por supuesto que no.
En la
provincia, algunos gremios estatales han sido recuperados por expresiones
sindicales más combativas; en otros casos, como son los de la docencia primaria
y salud, se han producido autoconvocatorias que buscan superar a la burocracia
sindical.
Hay
conflictos y reclamos en casi todos los lugares de trabajadores que la mayoria
de las veces son impulsados por los propios obreros o delegados por fuera de
las direcciones sindicales.
La
cooptación de estos personajes obliga a que saquemos conclusiones. Estas
direcciones burocráticas no tienen nada que ofrecerles a los obreros.
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