Este viernes se realizó en la Sociedad Obrera de Jujuy un
plenario de trabajadores estatales convocado por la Intergremial. La iniciativa
de un plenario de trabajadores estatales que pueda dar un impulso a las luchas
provinciales, especialmente por la paritaria, había sido propuesta y votada en
una asamblea del gremio docente de Media (CEDEMS) el 4 de mayo y desde entonces
los gremios de la Intergremial venían discutiendo la manera de hacerla
efectiva.
Luego de muchas idas y vueltas, la Intergremial terminó
convocando a un plenario limitado y restringido: solo podían participar 200
personas (la capacidad del lugar), y sólo debían ser delegados de gremios que
integran la Intergremial y estar acreditados, sumado a algunas invitaciones
específicas, como fue el saludo de la comisión directiva del SOEAIL (Ledesma) y
de la Secciónale UATRE de Ledesma. El horario, de 8 a 13 hs de un día hábil,
también contribuyó a desalentar el plenario, ya que solamente los delegados de
los gremios convocantes podían justificar la falta a los lugares de trabajo.
El propio viernes, se estableció por parte de la comisión
organizadora que los delegados no podrían intervenir en el plenario, y solo las
directivas de los gremios podían hacer uso de la palabra, habilitando solamente
adhesiones.
Los límites de la convocatoria
La planificación de un plenario de estas características de
manera “institucional” -es decir por arriba, por las propias comisiones
directivas-, no podía más que generar un cuadro que mantenga la situación en un
impasse: los gremios movilizados tienen capacidad de convocar a sus delegados,
los gremios desmovilizados o ajenos a este proceso no van participar, y por
ende tampoco sus trabajadores. Nadie se quiere ‘meter’ en rancho ajeno.
Esto ha llevado a la ausencia de todo un sector de docentes
luchadores que fueron el puntal el año pasado en la huelga general educativa en
la provincia: los docentes primarios, que no fueron de la partida ya que su
entidad gremial (ADEP) no esta participando de la Intergremial en el último
periodo, denunciada por la base de acuerdista y entreguista.
La discrecionalidad de la convocatoria quedo en manos de la
inter, que, así como no habilitó la participación de delegados y trabajadores
estatales porque sus gremios no integran el espacio, si pudo convocar elementos
ajenos a cualquier proceso de lucha, como fue el caso de la invitación del ex
Secretario General de ATE, Matías Brizuela, hoy desplazado del gremio por una
interna feroz por el manejo del gremio y sus recursos.
Así, mientras los delegados estaban vetados de intervenir,
si hubo tiempo para la exposición de economistas que analicen el cuadro
provincial, como fue el caso del ex vicedecano de Humanidades, Edgardo Aramayo
(PCR), y Gaston Remy, diputado provincial por el PTS.
Toda la izquierda del FITU se plegó al planteo de los
gremios convocantes de reclamarle un paro a la CGT y las centrales sindicales
cuando se trate la ley Bases. La misma CGT que el 9 de Mayo cuando fue el
ultimo paro nacional se reunió en la legislatura con el vicegobernador y ni
pisó la Plaza Belgrano.
El plenario terminó acordando el estado de alerta y
movilización, una campaña para visibilizar la necesidad de un salario igual a
la canasta familiar, exigir reapertura de paritarias y movilizar el 12, cuando
se trate la ley de bases.
Una salida de los trabajadores
Uno de los argumentos esgrimidos por la intergremial para
acotar la convocatoria sólo a las gremios que la integran y coordinan las
medidas es la ‘dificultad’ para resguardar a cualquier trabajador que quiera ir
a una medida de fuerza. Este argumento queda rápidamente superado por los
hechos, y no hay que ir a los libros o hace 30 años atrás, sino solo basta ver
la fenomenal huelga educativa que tuvo la provincia el año pasado, donde fueron
los docentes movilizados los que impusieron la huelga general, inclusive contra
las direcciones como ADEP que no eran partidarias de la medida. A este
movimiento se sumaron luego otros sectores de trabajadores que fueron al paro.
No hubo ninguna medida convocada por las centrales sindicales ni amparo
colectivo para las medidas de fuerza. El reciente caso de la huelga misionera
tambien demuestra que solo la intervención de los trabajadores supera los
frenos de la burocracia sindical y quiebra la política de paritarias por
decreto que tejen los gobiernos y la burocracia sindical.
Desde Política Obrera participamos con una delegación de
trabajadores y delegados y llevamos nuestra planteo por escrito, denunciando a
las centrales sindicales, llamando a las autoconvocatorias en los lugares de
trabajo, a la coordinación de todas las luchas y a la huelga general.
La intergremial se encuentra ‘atrapada’ entre el intento de
mantener relaciones diplomáticas con la CGT y demás centrales sindicales y con
el resto de los gremios que no han intervenido en los procesos de lucha de este
ultimo periodo, y la presión de los trabajadores que buscan expresar el
descontento con el cuadro de ajuste y de ataque a los condiciones de vida del
trabajador y la politica de contención de muchas direcciones gremiales. Los
autoconvocados de la salud siguen siendo una expresión de los trabajadores en
lucha por mejoras salariales por fuera de los gremios; los docentes de base de
ADEP tiene el desafío de recuperar el gremio de una comisión entreguista y
progubernamental. En otros gremios hay expresiones de autoconvocatorias o
delegados que no responden a la comisión directiva.
Como se ve, están las condiciones para la convocatoria de un
gran plenario provincial de todos los trabajadores estatales que pueda incluir
a todos los procesos de lucha y a los luchadores que buscan derrotar la
política de ajuste y de ataque sistemático del gobierno nacional, provincial y
de todos sus secuaces.
Escribe Iñaki Aldasoro
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