La entrega del Ingenio La Esperanza

Por la municipalización bajo control de los trabajadores.

Tres de los más poderosos grupos económicos de Argentina están luchando a brazo partido por el Ingenio La Esperanza.
Uno es el Ingenio Ledesma, de la familia Blaquier. Ledesma es el mayor productor de azúcar de Argentina y domina el sector azucarero jujeño.
El otro es Emepa, estrechamente ligado al kirchnerismo; es concesionario de la Hidrovía, de Ferronorte y del Belgrano Cargas; integra también el consorcio que se ha favorecido recientemente con la construcción del "tren bala".
El tercero es El Tabacal, de la norteamericana Seabord, que opera el ingenio del norte salteño.
La Esperanza está en quiebra; tiene pasivos por 250 millones de dólares (su mayor acreedor es el Estado nacional, con casi el 90 por ciento de la deuda). ¿Por qué estos grandes pulpos quieren quedarse con un ingenio quebrado?
La Esperanza llegó a producir 120.000 toneladas de azúcar. Pero lo que importa es que posee 72.000 hectáreas de superficie, de las cuales apenas el 10 por ciento está plantado con caña; el resto está cubierto de bosques y cerros. Quien se quede con el ingenio podrá expandir la producción y, además, destinar parte de estos terrenos a otros emprendimientos.
La importancia de La Esperanza aumenta con el crecimiento del mercado mundial del azúcar (y de su precio) en consecuencia de la creciente producción de etanol (alcohol fabricado a partir de la caña). Las exportaciones argentinas de etanol y biodiesel crecerán un 3.500% entre 2006 y el fin de este año (Clarín, 20/1).
Ledesma y El Tabacal pretenden que se realice una licitación; es decir, que el ingenio sea rematado, lo que extinguiría la relación laboral de sus 2.200 trabajadores. Oferta entre 50 y 60 millones de dólares, por lo que el Estado debería resignar alrededor de 200 millones de sus acreencias.
Emepa rechaza la licitación; compró las tenencias accionarias de los anteriores dueños (el grupo Jorge) y pretende que le arrienden el ingenio por ocho años. En ese período, se propone lograr un "avenimiento con los acreedores" (el Estado) mediante "una quita sustancial" de la deuda del ingenio (Ambito Financiero, 10/1).
Crisis políticaEl gobierno nacional respalda a Emepa. Pero la presión de Ledesma y Tabacal divide al espectro político jujeño.El oficialismo jujeño está con Emepa. También el ala radical encabezada por el senador Gerardo Morales, presidente nacional de la UCR. "Hasta donde yo sé, desde Nación le dan apoyo a esta empresa (...) hay que poner el ingenio en manos de un grupo empresario (...) que cuente con el aval del gobierno nacional y provincial", declaró Morales (Jujuy al Día, 11/1).Estas coincidencias explican que Hugo Tobchi, ministro de Producción de Jujuy y "cajero" del gobernador Walter Barrionuevo, y la diputada Clara Falcone, ligada directamente a Morales, amenazaran de muerte al periodista Máximo Taddei, editor de la revista Copenoa. Taddei había denunciado que "de acuerdo con versiones muy confiables en el propio poder, se van a repartir 10 millones de dólares por entregar el ingenio a Emepa, de los cuales la mitad serían para Hugo Jorge (el anterior dueño)..." (Copenoa, 15/1).También la burocracia sindical está con Emepa. Carlos Farfán, secretario general del sindicato de trabajadores de La Esperanza (SOEA-LE) e integrante de la CTA, "se mostraba unos días atrás más seducido por la idea de la venta directa a Tabacal o Ledesma, pero hoy dijo que la salida inmediata es el contrato de arriendo" (edenoticias.com, 30/12/07).Ledesma cuenta con el respaldo de Carlos Snopek, diputado justicialista y derrotado candidato a gobernador en las últimas elecciones, y de la "corriente de opinión nacional", el grupo radical encabezado por Federico Storani.En los últimos días, sin embargo, Tabacal parece haber obtenido una pequeña "ventaja", ya que la jueza de la quiebra aceptó su oferta de financiación para el próximo período interzafra (Pregón, 11/2)
Por la municipalización del Ingenio La EsperanzaCualquiera sea el que finalmente se quede con La Esperanza, la base de su "recuperación" es la racionalización del personal, la flexibilización de las condiciones de trabajo de los que queden, el trabajo en negro y fuertes subsidios del Estado nacional y provincial.La entrega del ingenio a estos depredadores laborales y ambientales es la liquidación de las posibilidades de desarrollo industrial y social de los municipios de San Pedro y La Esperanza.En oposición a esta sangría, el Partido Obrero de Jujuy viene luchando por la municipalización del Ingenio La Esperanza y su funcionamiento bajo control de sus trabajadores y de una comisión de vecinos de los dos municipios, electos por el voto popular, como la vía hacia el desarrollo urbano e industrial que enterraría años de fracaso de gestión privada, subsidiada por el Estado. Planteamos la movilización y la asamblea con todas las fuerzas vivas independientes para defender este único pulmón industrial del Valle de San Francisco.

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