El lunes 8 de septiembre recibimos la visita de Jorge
Altamira, con gran repercusión entre los medios, lo que representa una
expresión del alcance que ha alcanzado la candidatura presidencial del
compañero. Cada entrevista fue un debate en sí mismo: desde las iniciativas
provinciales hasta la crisis financiera internacional; las alternativas
políticas para 2015, el ascenso de la izquierda, la deuda y los fondos buitre,
entre otras.
La jornada se cerró con una charla muy concurrida en el Aula
Magna de la Facultad de Humanidades, en la que participaron docentes, empleados
municipales, trabajadores de Aceros Zapla, estudiantes, trabajadores de la
salud y de la construcción. El debate puso de manifiesto el alto nivel de
politización de los participantes. Sobre el Congreso, Altamira explicó: “se
trata de que el movimiento obrero que lucha y se organiza, que defiende sus
puestos de trabajo, pueda venir a discutir y deliberar cuál es la salida,
cuáles son las medidas para que esta crisis no la vuelquen sobre las espaldas
de los trabajadores, como vinieron imponiendo los gobiernos en los últimos
cuarenta años”.
Consultado sobre la situación política provincial, Altamira
resaltó que Jujuy es una provincia con una tradición de movimientos sociales
muy importantes, pero incapaces de ofrecer una alternativa política y, más
precisamente, que refuerzan la atadura de las organizaciones de masas al
Estado, según formas alternativas a las que usó el peronismo durante su
vigencia. También aprovechó la jornada para denunciar la exigencia de un piso
del 5 por ciento sobre el padrón para acceder a una representación legislativa.
Destacó que tenía que ver con un sistema de corruptela, por parte del PJ y la
UCR, porque les permite favorecer a un mayor número de punteros en las listas
oficiales. En reuniones partidarias, Altamira insistió en reforzar la campaña
contra este piso proscriptivo, que debe ser de todo el Frente de Izquierda y
del conjunto de la izquierda y el movimiento obrero. Una victoria en este
terreno y contra la intención de retornar a la ley de lemas incentivaría el
interés del movimiento obrero por intervenir en la lucha política en curso.
La presencia de Altamira sirvió para redoblar las energías
de la regional para enfrentar los próximos desafíos que tenemos: el Encuentro
Nacional de Mujeres y el Congreso por la unión del movimiento obrero y la
izquierda. ¡Manos a la obra!
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