1ª DE MAYO : EL FRENTE DE IZQUIERDA COPÓ LA PLAZA DE MAYO Y PLANTEÓ UNA PERSPECTIVA

La Plaza de Mayo, centro político del país, volvió a ser ocupada por la izquierda en la jornada del 1º de Mayo. Aunque se trata de un hecho recurrente en los últimos años, no debe por eso reducirse ni un milímetro su significado histórico. El peronismo, que en el pasado reclamaba para sí el monopolio de la representación política de la clase obrera, convocó en la Plaza su último acto del 1ª de Mayo en 1974, y terminó con la ruptura de la JP con Perón. Los kirchneristas, que se reclaman herederos de la “primavera camporista” le dan la espalda al 1ª de Mayo, porque gobiernan con la burocracia sindical, pero por sobre todas las cosas quieren impedir la independencia política de los trabajadores.  Por último es necesario señalar que el centroizquierda miró el 1ª de Mayo desde el living de su casa, dejando una vez más de manifiesto que carece de raíces sociales, algo que se ha agravado luego de su periplo por alianzas fracasadas con los Sanz, Cobos, Carrió, Prat Gay y compañía.

Al Frente de Izquierda le cabe el mérito de haber asumido la responsabilidad de levantar una tribuna obrera e internacionalista, y de movilizar a contingentes obreros bajo esa perspectiva. Luego de los resultados electorales de los últimos meses, que refrendan el ascenso de la izquierda que se viene operando desde el 2011 y el 2013, la realización del acto prueba el fracaso del kirchnerismo, que había señalado por boca de la presidenta de la Nación que a su izquierda está la pared. Lejos de eso, no sólo la izquierda vive un ascenso electoral, sino que él mismo es la expresión política de un largo trabajo en el seno de la clase obrera, con comisiones internas y cuerpos de delegados combativos que crecen en distintos gremios y lugares del país, desafiando la regimentación política de la burocracia sindical.

Este acto del 1ª de Mayo en la Plaza sirvió para zanjar un debate que había recorrido el acto del año pasado. Ocurre que aunque buena parte de los concurrentes ya habían participado del acto del 2014, su presencia ahora tuvo otro carácter. En aquella oportunidad los compañeros y organizaciones que habían formado el Encuentro Sindical Combativo planteaban que la convocatoria debía ser sindical, y que no podía vertebrarse sobre la estrategia del gobierno de los trabajadores. De este modo se relegaba al Frente de Izquierda a una función de acompañamiento. Ahora, ya disuelto el Encuentro Sindical Combativo, todos esos compañeros no sólo estuvieron igual en la Plaza, sino que lo hicieron formando parte activa del Frente de Izquierda, y de sus listas en los distintos distritos. La conclusión que planteó Altamira en su discurso fue que la política socialista es un elemento de cohesión fundamental para lograr la unidad de la clase obrera, porque permite pasar sintetizar incluso todas las realidades sindicales y locales.

En este sentido que  Altamira planteó desenvolver este proceso, valiéndonos del terreno que abre la campaña electoral.  El gran desafío es que en la misma participen las organizaciones y los activistas obreros, pues de otro modo la campaña electoral tomaría un sesgo electoralista, perdiendo su verdadero contenido revolucionario. Para ello propuso la realización de un Congreso Obrero convocado por el Frente de Izquierda para impulsar la participación activa de los luchadores obreros en la campaña electoral.

Altamira destacó  que el lugar conquistado por el Frente de Izquierda es una plataforma para una batalla política en las elecciones presidenciales, las cuales no podemos regalárselas a los Scioli, Macri y Massa. El desafío es desarrollar una polarización política, que coloque de un lado a los candidatos capitalistas, todos partidarios de un ajuste contra el pueblo, y del otro al Frente de Izquierda, como representante de los intereses obreros y populares. Para ello se requiere lanzar ya mismo la campaña presidencial, que concentra por su propia naturaleza, una confrontación de poder. El Partido Obrero, anticipó Altamira, presentará en los próximos días una propuesta para dinamizar la campaña del FIT y lanzar sin dilaciones la campaña presidencial.


Lejos de una efeméride el acto del 1ª de Mayo fue un nuevo capítulo del ascenso de la izquierda y por su fusión con el movimiento obrero bajo una perspectiva socialista.


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