Los desafíos para el
Frente de Izquierda.- El variopinto bloque que apoya a Gerardo Morales para la
gobernación y que está integrado por el PRO, el massismo, la UCR, el PS, el GEN
y la Coalición Cívica, enfrente fuertes tensiones por las candidaturas. El PJ,
el FpV y Milagro Salas, que se juntaron para enfrentarlo, puede restar en vez
de sumar. El Frente de Izquierda, tercera fuerza provincial, debe salir a una
fuerte campaña política e impulsar un reagrupamiento con todos los sectores
políticos y sociales a que ven en el Frente de Izquierda una alternativa
política de los trabajadores.
La reciente visita de Sanz y de Macri para apoyar la
candidatura a gobernador de Gerardo Morales desequilibró el tablero de los
alineamientos políticos provinciales. Alrededor de la figura de Morales se
conformó un bloque político integrado por la UCR, el PS, el FR de Massa, el PRO
y el GEN y la Coalición Cívica, que se caracteriza por el oportunismo y la
falta de programa.
Además, Morales está integrando viejos dirigentes
desplazados del PJ local y hasta se animó a "jugar" en la interna del
FpV, apoyando a Randazzo, a quien felicitó por la ley de
"nacionalización" trucha de los ferrocarriles.
El radicalismo y el PRO acompañaron esa iniciativa porque,
entre otras cosas, abre el juego a nuevos negocios. Morales propuso construir
un corredor ferroviario turístico que pase por Purmamarca, Tilcara y Humahuaca,
hasta llegar a La Quiaca y llamó a los empresarios del turismo a que inviertan.
Se trata de un negociado que, además, nada tendría que ver
con las necesidades de la población, sino que apunta al turismo internacional,
que pagará jugosas tarifas en dólares.
Al calor de las disputas por el armado, hay choques
constantes. Macri anunció que está discutiendo colocar el candidato a
vicegobernador de la fórmula, lo que supone un golpe muy fuerte al massismo
provincial.
Esta movida choca con las pretensiones del radicalismo, que
pateó el tablero el año pasado con el acuerdo entre Morales y Massa, que se
mantuvo en este último período.
Este reagrupamiento de la oposición política patronal
refuerza la necesidad de un compromiso político para enfrentarlo entre los
caciques del PJ, el FpV de Fellner y Milagro Sala. En 2013, el FpV perdió con
el radicalismo y Milagro Sala, quien se presentó con su propio partido, sacó un
poco más de 40.000 votos, los necesarios para que el FpV hubiera ganado la
elección.
Pero en política, uno más uno no son necesariamente dos, y
varias consultoras dudan de que esta alianza "sume" los votos
necesarios para ganar, debido a diversos factores, entre ellos, los altos
niveles de imagen negativa de Sala y la consternación por el apoyo de ésta a un
gobierno con el cual tuvo grandes enfrentamientos.
En este marco, el gobierno todavía no ha confirmado si hará
las elecciones junto a las nacionales, como se realizó en anteriores comicios.
Es que también maneja la posibilidad de implementar unas Paso provinciales,
como medida extrema ante las presiones de los distintos sectores del PJ a la
hora de conformar la lista legislativa.
Lo que se mantiene es el piso proscriptivo del 5% del
padrón, hecho que impidió al Frente de Izquierda consagrar dos diputados en
2013, aunque el Frente es la tercera fuerza de la provincia.
En este cuadro político, los empleados públicos provinciales
enfrentan el intento de imponer una paritaria a la baja -del 22%-, que se suma
a luchas parciales en varios gremios y a la resistencia al pedido de desalojo
en Campo Verde, donde los compañeros combaten la judicialización del conflicto
y el intento, por parte del gobierno, de quebrar la lucha y procesar a sus
dirigentes.
Desde el Partido Obrero planteamos la necesidad de salir a
una fuerte campaña política, que denuncie la falsa polarización entre estos
bloques que no tienen nada que aportarle a los trabajadores. Y que dé lugar a
un reagrupamiento con todos los sectores políticos y sociales, que ven en el
Frente de Izquierda una alternativa política de los trabajadores.
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