Los 23 puntos que separaron a Gerardo Morales de la
coalición de Eduardo Fellner y Milagro Sala marcan la derrota kirchnerista por
mayor diferencia en el país. El Frente para la Victoria local aspiraba a ganar
algunos puntos con su boleta pegada a la de Scioli. El resultado fue el inverso
y lo hundió a Scioli, que había ganado las Paso con una cómoda ventaja (42 a
20%) y en la general cayó por debajo de Massa (41 a 37%).
El FpV perdió en Ledesma, San Pedro y Palpalá, bastiones
históricos del peronismo, y nuevamente en San Salvador. En Perico, donde se
mantuvo el intendente del FpV, hay fuertes sospechas de fraude.
Realineamientos políticos
Luego de esta durísima derrota está en discusión una
reorganización del PJ. El vicegobernador Carlos Haquim, viejo dirigente
justicialista, declaró que Fellner y compañía deberían renunciar a la dirección
del partido o directamente intervenirlo. Hace unos meses, un congreso del peronismo
provincial había votado la extensión del mandato de la cúpula que lo dirige
desde hace más de una década.
La Tupac Amaru de Milagro Sala apenas pudo superar el piso y
colocó dos diputados en la Legislatura, fundamentalmente por el voto del
interior donde el manejo punteril es aún más fuerte que en la capital. Aquí, la
Tupac sacó 10.000 votos y el FIT 16.000, lo que supone una caída estrepitosa
para esta corriente. En los días posteriores a los comicios, varios dirigentes
medios de la organización convocaron asambleas en las que acusaron a sus bases
de "traidoras". Prepararon así el terreno de una asamblea general
donde la propia Sala puso a disposición su renuncia, un montaje que utiliza
cada vez que su organización sufre una crisis de envergadura.
Gerardo Morales ya ha anunciado un pedido de rendición de
cuentas sobre el manejo de fondos de las cooperativas. Si bien la mayoría de
las partidas son aportes directos del presupuesto nacional, el caudillo radical
no se va a privar de jugar sus cartas desde el Ejecutivo provincial. No sería
extraño un acuerdo que la condicione a Sala a cambio de un apoyo al gobierno.
Es lo que ya ocurre en la municipalidad de San Salvador, gobernada desde hace
una década por el radicalismo.
Agotados los festejos por la elección histórica, la UCR
deberá hacerse cargo de las promesas realizadas a diferentes sectores de la
burguesía provincial e incluso a sectores del movimiento obrero, como la
comisión directiva del sindicato azucarero de Ledesma. Es el caso del aumento
en el recorte de bioetanol en las naftas para beneficiar a los ingenios, y la
creación de zonas francas libres de impuestos para fomentar el comercio en la
Puna y Perico. En ambos casos, chocará con otros lobbyes capitalistas. En el
caso del bioetanol, las provincias azucareras enfrentan la producción de
bioetanol de maíz y el recorte de los subsidios que sostienen la producción
hidrocarburífera.
El Frente de Izquierda
Casi todos los sindicatos han tomado partido por una
variante capitalista en estas elecciones. Dentro del histórico Frente de
Gremios Estatales, los sindicatos de Cedems (docentes de media) y ATSA se han
manifestado a favor el FpV, incluso intentaron meter candidatos en la lista. El
Seom, el otro sindicato de envergadura del Frente, no tomó una posición
pública. La intersindical de los trabajadores (ATE, Adep -docentes de
primaria-, Sijempro, etc.) jugaron abiertamente a favor de las candidaturas de
la alianza FpV-Tupac Amaru, sufriendo un golpe muy fuerte en sus aspiraciones.
El Soeail (Ledesma), tabacaleros, un sector del sindicato La
Esperanza (azúcar) y sindicatos menores, han manifestado el apoyo a Morales y
Massa sobre la base de las promesas de campaña, como abaratar los fletes.
El Frente de Izquierda viene de hacer una gran elección, superando
los guarismos de 2013: 22.000 votos contra 24.100 obtenidos en 2015. En San
Salvador, nos instalamos como la tercera fuerza provincial. Sin embargo, al
igual que en 2013, no pudimos consagrar diputados provinciales por el piso
electoral proscriptivo del 5% del padrón. El "Perro" Santillán se
presentó en estas elecciones, obteniendo un 2% a gobernador. Si se suma esa
votación a la que obtuvo el FIT, sin embargo, hubiéramos superado el piso para
el reparto de cargos y alcanzado al menos dos legisladores provinciales. El
veto del PTS a un acuerdo con el "Perro" Santillán, y la posterior
presentación independiente de éste, privaron al FIT de esa posibilidad. El
Partido Obrero realizó un claro planteo sobre este punto (ver Prensa Obrera N°
1.373: "Integremos a la corriente del ‘Perro’ Santillán al Frente de
Izquierda”, 23/7/15).
Allí, le reclamamos al PTS “abandonar la autoproclamación y
el faccionalismo, y a convocar al ‘Perro’ Santillán y a los compañeros de Pueblo Unido a un frente común”, y al “Perro”
Santillán “a unir esfuerzos para producir una lista del FIT con participación
de Pueblo Unido”, en vez de presentar su lista por cuerda separtada.
El Partido Obrero ha resuelto impulsar una serie de
plenarios abiertos con el fin de discutir este balance político y establecer un
plan de organización en función de las tareas planteadas por los resultados
electorales.
Iñaki
Aldasoro
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