El 10 y 11 de diciembre se realizaron en Jujuy las
elecciones para la renovación de la comisión directiva de Adiunju, el gremio de
docentes universitarios, afiliado a Conadu Histórica.
En 2015, las bases docentes rompieron el “impasse” en el que
estaba el gremio de la mano de la movilización contra el descuento compulsivo
del impuesto a las ganancias, que había sido eliminado por decreto por el
anterior rector, Enrique Arnau, en una medida demagógica para mantener apoyo. A
fines de 2014 resultó electo rector Rodolfo Tecchi, ex ministro de Educación de
la provincia, y rápidamente se puso en aviso a los docentes que la Afip iba
cobrar el impuesto retroactivamente por los últimos cuatro años.
Este hecho produjo masivas asambleas y movilizaciones, donde
la docencia superó a la dirección del gremio, que planteó abiertamente que los
docentes entren en la moratoria, y al tapón que representó la política del PCR,
que trató de imponer una línea intermedia entre el gremio y las bases. Ante la
desconfianza a la conducción gremial, los docentes votaron un comité de
seguimiento de las negociaciones.
Al calor de las asambleas, el activismo se fue reagrupando y
terminó presentando la lista Tinku Solidario como alternativa política. La otra
lista era el oficialismo K, que al seguidismo al gobierno sumó una lista
vinculada con el rector Tecchi.
El oficialismo arrastraba una imagen negativa por haber
acompañado las medidas que atacaron los derechos de los docentes y la educación
superior: estatutos docentes “sui generis” para la regional de San Pedro
(exigiendo ser menor de 40 años y tener residencia en la zona); apertura de
carreras enteras (Trabajo Social, Historia, Economía política, Filosofía, etc.)
sin convocatoria a concursos, docentes con contratos a tres años. En fin, todos
ataques a las condiciones de trabajo y estabilidad docente. Tanto rechazo tenía
la lista oficial que José Del Frari, su principal referente, no pudo ocupar los
principales puestos.
El PCR, una corriente de gran peso en la docencia
universitaria con su agrupación, Resistencia Universitaria, decidió no
presentarse a elecciones porque “no habían tenido tiempo de procesar el debate
internamente” y mantuvieron una política abstencionista que, ante una elección
polarizada, fue leído como un apoyo implícito al oficialismo.
Votó más del 62% del padrón y la lista oficialista se impuso
por escasos 36 votos (179 a 143). La oposición conquistó la representación por
la minoría, con un vocal, un suplente y un congresal, y triunfó en las mesas de
Ingeniería y la Escuela de Minas. La urna en la que el oficialismo sacó la
mayor diferencia fue la del Rectorado...
Esto representa un importante avance para la conformación de
una oposición combativa, que tome las reivindicaciones docentes y prepare un
trabajo que la coloque en la tarea de recuperar el gremio en la próxima
elección.
Hay grandes desafíos: se ha reformado el estatuto docente,
habrá que organizarse para enfrentar el ajuste del gobierno, seguirá el debate
sobre el impuesto a las ganancias y los términos de la moratoria que impuso la
Afip.
La Tinku representa una reagrupamiento superador al
entreguismo del oficialismo de Del Frari y compañía, por lo que el Partido
Obrero la ha apoyado y colaborado dentro de sus posibilidades, junto a la
oposición docente jujeña.
¡Grandes desafíos nos esperan! A encararlos con fuerzas
renovadas.
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