En la última reunión por el 24 de Marzo propusimos que el Encuentro
Memoria Verdad y Justicia convocara cuanto antes a una movilización a la Casa
de la provincia de Jujuy para reclamar la liberación de Milagro Sala. Sin
embargo, entre las organizaciones presentes no hubo quórum para lanzar una
convocatoria independiente.
La mayor parte de los partidos de izquierda le sacaron el cuerpo a la
propuesta. Varios de ellos -PTS, MAS, MST, Cuba-MTR- habían participado el día
anterior de la convocatoria K a Plaza de Mayo. Lejos de tratarse de una acción
de frente único en defensa de las libertades democráticas, aquel acto exaltó la
figura de Sala. Figurones del gobierno de CFK -como Agustín Rossi, ministro de
Defensa durante la gestión Milani- fueron sus voceros políticos, junto con
Guillermo Moreno, el patotero del Indec.
El rol de Sala y la Túpac Amaru en Jujuy ha sido el de forzar, mediante
patotas y recursos económicos públicos, la estatización de buena parte del
movimiento popular de la provincia, subordinándolo al gobierno kirchnerista. El
repudio a la detención no puede confundirse ni por un momento con una
reivindicación de su política. Nuestra propuesta de una marcha independiente
permitía enfrentar la represión sin confundir banderas ni estrategias. El
rechazo de la izquierda a esta movilización, luego de haber ido a Plaza de Mayo
con La Cámpora y compañia, la convierte en furgón de cola del kirchnerismo.
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