TUPAC AMARU: ¿ESTADO PARALELO U ORGANIZACIÓN PARA-ESTATAL?

Morales y Macri, pero también Massa (que cogobierna con Morales la provincia), presentan a la cruzada contra Sala como un símbolo de la nueva época, en donde pondrían fin a la corruptela y el clientelismo de los K. Dicen además, que quieren restituir el control estatal frente a la Túpac, que se habría convertido en un “Estado paralelo”.
 La verdad es que la cooptación de la Tupac luego de 2001 y los jujeñazos, fue la forma particular que tuvo que darse la burguesía para regimentar a las organizaciones populares luego de que se quebrara el viejo aparato de punteros del PJ. Así fue que se convirtió en una suerte de gerenciadora sobre la base de un manejo discrecional de millones y millones de pesos sin control, lo que la convirtió en un “Estado dentro de un Estado”.
 A través de ella, el Estado nacional tercerizó la obra pública y otras funciones del Estado con trabajadores cobrando la mitad del convenio Uocra.
 El vasto alcance de la “red” fue garantizado por el gobierno nacional kirchnerista manejando la caja con manu militari y violando las propias disposiciones de la normativa de las cooperativas de viviendas. El mecanismo fue la entrega de los fondos directamente a Sala, cuando deben ir a cada cooperativa. Ante diversas presentaciones judiciales, la maniobra se sofisticó. Los cheques eran enviados a las cooperativas, pero con la condición de ser endosados a la caja central que distribuía los fondos. Por otro lado, los importes de materiales y gestión iban directamente a la caja central, lo que alimentó la enorme red de corrupción punteril de Sala.

Un proceso similar se dio en el gobierno de la capital ejercido por la UCR de Morales desde hace ocho años. Desde ese lugar han realizado convenios con las agrupaciones que responden a Sala, sin los controles de rigor, generando competencia desleal con los municipales de la planta permanente que fueron viendo cómo se vaciaba la capacidad del municipio para realizar obra pública por sí mismo a partir de estos convenios negreros con la “Red de Organizaciones”.
 La organización de Sala entró en conflicto en estos años con un ala de la burguesía jujeña que fue desplazada de los contratos del Estado y esto fue motivo de diversas crisis y choques.
 Cuando Morales habla de restituir el Estado, está hablando de recuperar esa cuota del presupuesto para la patria contratista y de rearmar una red de punteros (como ya lo está haciendo con el 99% del viejo elenco excepto Sala), pero mucho más atomizada, sin la capacidad de lobby de la red de la Tupac para disputar el presupuesto de la obra pública.

El derrotero de la Tupac

Morales avanza ahora sobre la Túpac, combinando represión con la cooptación de buena parte de los dirigentes de sus cooperativas y de parlamentarios de su partido.
 El 14 de enero, en una conferencia, unas 15 organizaciones sociales y cooperativas anunciaron el retiro del acampe y la puesta a disposición del gobierno para seguir trabajando en las cooperativas bajo las nuevas disposiciones.
 Pero el golpe más fuerte lo recibió el 29 de diciembre, cuando se retiró del acampe la Organización de Desocupados Independientes de Jujuy (Odij), una de las organizaciones sociales más grandes de la Red de Milagro Sala.
 Sala fue candidata del FpV. Sin embargo, Fellner y compañía le han soltado la mano, solo ha recibido hasta ahora el apoyo de La Cámpora.



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