Han pasado ya los primeros 100
días de gobierno del Frente Cambia Jujuy, encabezado por Gerardo Morales, que
se presentó como el restaurador del
estado de derecho, el que iba a acabar con la corrupción y garantizar el
empleo, en definitiva el que iba a “poner orden en la provincia”.
Ahora, veamos los hechos….
¿Vino Morales a garantizar
derechos esenciales como el de la
vivienda, vino acaso a garantizar a más de 80.000 jujeños que trabajan
precarizados en cooperativas y distintos planes sociales el final del trabajo
en negro y el trabajo bajo convenio?
De ninguna manera. Morales
utiliza el amplio triunfo electoral para aplicar junto a Macri y los gobernadores K un severo ajuste que
arrasa con todos los derechos populares. Todas las fuerzas que han gobernado
siempre Jujuy, sosteniendo el atraso y el dominio de los ingenios y las
mineras, están en el gobierno para aplicar este ajuste antipopular.
En el congreso, todos los
representantes jujeños incluidos los de Fellner votaron a favor del arreglo con
los buitres que dispara un régimen de hipotecamiento de la nación y las
provincias que será acompañado por el sometimiento de la provincia a un
monitoreo de las cuentas por la nación en nombre del capital financiero.
Quiere un “estado fuerte”, sí,
pero para reprimir de modo más contundente a los trabajadores. Por eso debutó convocando la gendarmería para acallar una
protesta de organizaciones sociales.
El gobierno tuvo algún privilegio
en la llegada de fondos extra para la provincia por su condición de socio
“estratégico” del macrismo en el
noroeste, pero al mismo tiempo se están multiplicando los despidos en el estado
provincial y los municipios, es decir que la devolución de estos adelantos costara “sangre sudor y
lagrimas” al pueblo jujeño.
¿Terminar con la corrupción o arreglar con punteros y corruptos de toda
laya que garanticen fidelidad al nuevo gobierno?
Con la detención de Milagro Sala
y algunos de sus colaboradores, el gobierno ha desatado una campaña mentirosa.
La detención de Milagro Sala
tiene propósitos que superan a la propia Milagro. Tiene el sentido, por un lado,
de regimentar cualquier intervención política independiente, cualquier reclamo.
Recordemos que el gobierno restringe el derecho de huelga…. Por otro
lado buscó recuperar el control de fondos millonarios que ahora manejarán sus
funcionarios con tanta discrecionalidad como Sala. A ninguno le importa la
lucha contra la corrupción, el fraude o el enriquecimiento ilícito; el propio
gobernador ha cerrado acuerdos con los burócratas de las organizaciones
sociales de la red de Milagro que son tan responsables como ella por los
manejos turbios de los fondos.
A no engañarse. La ofensiva
judicial no pasa de una maniobra extorsiva. Es un recurso político, porque ir a
fondo implicaría procesar a una parte importante del aparato político
provincial e inclusive nacional, como el ex gobernador Fellner o el actual intendente de la capital, con múltiples convenios con la Tupac en estos años.
Las patronales privadas hacen su propio ajuste
Se ha anunciado el Cierre de Mina
Pirquitas, la UOCRA realizó un paro por la pérdida de centenares de puestos de
trabajo porque se ha parado la obra pública, el fideicomiso del Ingenio La
Esperanza se ha retirado y el gobernador ya ha planteado que la salida no pasa
por el azúcar ni por el alcohol que pueda producir, sino por las 70.000
hectáreas que posee el ingenio, o sea por su desguace.
Está en juego también el destino
de los emprendimientos de la Tupac: la textil, La bloquera, Las salitas, Los
institutos educativos, las cooperativas y las viviendas. El gobierno ha
anunciado que todos los emprendimientos van a continuar, pero no hay nada seguro.
Los docentes y los estudiantes del terciario están luchando para que no cierren
los primeros años de las carreras (paso previo al cierre).
Asambleas, elección de delegados y congresos obreros, para enfrentar y
derrotar a los ajustadores
En Jujuy, como en todo el país la
verdadera grieta no es entre macristas y kirchneristas sino entre los trabajadores que somos
victimas del ajuste y el gobierno. Debemos abrir una amplia
deliberación en los lugares de trabajo estudio o los barrios, sobre los
problemas que enfrentamos en esta nueva etapa.
La quiebra del aparato de Milagro
Sala es la quiebra de un instrumento de regimentación y sometimiento de los
trabajadores. Debemos encarar esta nueva etapa
retomando las tradiciones históricas de organización de la clase obrera:
volver a las asambleas, la elección de delegados, la constitución de
agrupaciones que mantengan autonomía total frente al estado; como superación
del régimen de punteros que reina hoy en
la provincia. Con estos métodos debemos recuperar los sindicatos que en su mayoría están en manos de viejas burocracias aliadas del estado y de
las patronales.
Desde el Partido Obrero,
integrante del Frente de Izquierda, llamamos al pueblo de Jujuy a convertir a
la clase obrera y la izquierda en la alternativa al régimen de los partidos
tradicionales que están todos en el gobierno para hacernos pagar la crisis a
los trabajadores.
Un programa para derrotar el ajuste de Macri, Morales y cía:
Pase a planta de todos los
trabajadores para acabar con la precarización laboral, trabajo bajo convenio,
obra social y aportes jubilatorios. Estabilidad laboral, control de los
trabajadores del presupuesto de las cooperativas y rendición de cuentas ante
asamblea. Expropiación de toda empresa que cierre y puesta en funcionamiento
bajo control obrero.
Plan de emergencia en obras
públicas y vivienda financiado con un aporte extraordinario de las empresas
beneficiadas por la devaluación.
Escrituración de todas las
viviendas existentes y entrega inmediata a las familias. Reserva del 40% del
suelo urbano para la construcción de viviendas populares. Censo general de los
“sin techo”.
Defensa incondicional de la
educación publica. Continuidad y la estabilidad de todo el personal que
desempeña actividad en las distintas modalidades de la educación. Incorporación de todas las
instituciones a la enseñanza oficial.
Jujuy, 29-3-16
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