Se produjeron cinco en apenas tres meses
En los primeros tres meses del año se produjeron cinco
femicidios en la provincia de Jujuy. Se trata de un crecimiento alarmante.
En febrero, Yolanda (30 años) y su hija Solange Velázquez (8)
fueron brutalmente asesinadas y violadas en el
Departamento de San Pedro; esa misma semana, Nahir Mamani (20), una
joven madre de Alto Comedero, quien intentó reiteradas veces realizar denuncias
contra su pareja (sin conseguir respuesta de las instituciones del Estado), fue
asesinada con un arma blanca.
En marzo, Gladis Choque (50),
de San Pedro de Jujuy, murió tras el ataque de cuatro hombres que intentaron abusar de ella y su hija de 10
años. Antes de escapar, los agresores prendieron fuego a su vivienda; en este
cuadro de violencia creciente contra las mujeres, el 22 de marzo en la puna
jujeña Silvia Gutiérrez (31) fue estrangulada por su pareja.
En solo 90 días la cifra de femicidios llegó a casi la mitad
en comparación con el 2016 (12 casos). Esta cifra alarmante pone en evidencia
la indefensión en la que se encuentran las mujeres víctimas de violencia que
realizan denuncias y son sistemáticamente desamparadas por las instituciones
encargadas de protegerlas o asistirlas.
¡Ni una Menos! La responsabilidad es del Estado.
En nuestra provincia, la creación de la Secretaría de Paridad de Género en marzo del 2016, junto con la inauguración
de nueve Centros de Atención de Violencia de Género distribuidos en varias localidades del interior de la provincia, no
pasaron de ser anuncios que procuraron encubrir la responsabilidad del Estado
en el incremento de todo tipo de violencia hacia las mujeres. Estos Centros de
Atención cuentan con un presupuesto
insuficiente, escaso personal, se
encuentran colapsados, no ofrecen un
plan de contención real.
La secretaria del organismo, Soledad Sapag, declaró (ante el
caso de Nahir Mamani) que "no podemos intervenir de oficio, no podemos
obligar a la persona a ser atendida”, indicando que la víctima se acercó
''obligada por su padre y que no quería recibir atención''. Lo cierto es que el
accionar de esta Secretaría se caracteriza por su desdén.
A su vez, el gobierno de Gerardo Morales (UCR-Cambiemos),
días después del 8 de marzo, anunció la inauguración de dos juzgados especializados en violencia de
género, pretendiendo que las mujeres depositemos nuestra confianza en jueces y
fiscales que han atacado sistemáticamente los derechos de las mujeres y de los
trabajadores.
Es por esto que desde el Plenario de Trabajadoras
consideramos necesaria la organización independiente de los partidos del
gobierno y la denuncia al Estado como garante del sometimiento que vivimos.
Impulsemos la creación de un Consejo Autónomo de la Mujer, electo y revocable
por las mujeres, con independencia económica y política.
Por Andy y Estela
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