La población de Perico toma en sus manos la lucha por la
salud y repudia la extorsión electoral del gobernador Morales.
El Hospital Arturo Zabala, ubicado en Perico, viene
sufriendo un vaciamiento en los últimos años por parte de los gobiernos. El
proceso de arancelamiento de ciertos tratamientos –por escasez de insumos y la
falta de médicos especialistas, que motiva constantes derivaciones a hospitales
de la capital provincial– ha generado un malestar en la población, que llevó a
que algunos vecinos tomaran la decisión de encadenarse en las puertas del
nosocomio hace ya más de un mes en reclamo de mejoras en la atención.
Esta primera iniciativa fue seguida de una acampe de estos
mismos vecinos autoconvocados en el ingreso al hospital que resistió un fuerte
operativo policial desplegado por funcionarios municipales que buscaban el
levantamiento de la medida. Asimismo se vienen realizando marchas semanales
desde entonces, algunas de las cuales fueron muy concurridas y llamaron la
atención de los medios de comunicación provinciales.
Extorsión electoral
Ante tamaña
movilización, se presentó el gobernador Gerardo Morales quien, junto a otros
funcionarios y el intendente Rolando Ficoseco (Frente para la Victoria),
mantuvo una reunión a puertas cerradas con los presidentes de centros
vecinales. En dicha reunión el gobernador prometió la elevación de la categoría
del hospital y la construcción de consultorios externos en los próximos siete
meses, es decir en fecha de las elecciones: se trata de una clara maniobra
electoral extorsiva. Perico es la única de las cinco ciudades más grandes de
Jujuy donde en 2015 el kirchnerismo logró mantener la intendencia. El gobierno
de Morales ha pateado para adelante el problema y colocado públicamente una
extorsión de cara a las elecciones de medio término.
Crisis de la salud
El Hospital Arturo
Zabala es el único para una ciudad de casi 50 mil habitantes. Además de los
fondos públicos que recibe, cuenta con más de 12.750 hectáreas de tierras
donadas en finca “El Pongo” para generar ingresos. Tras años de desmanejos de
administraciones municipales y provinciales, jamás reflejaron mejoras
sustanciales para el nosocomio.
El vaciamiento del
Hospital Arturo Zabala, como tantos otros hospitales de la provincia, pone de
manifiesto el ataque a la salud pública de los sucesivos gobiernos que perjudican a los sectores populares y que
ahora se acrecienta con el intento del macrismo por imponer un plan de
“cobertura universal de salud” que en realidad busca bajar costos
desfinanciando a los hospitales públicos y beneficiando a las clínicas
privadas.
Desde el Partido Obrero rechazamos esta política y
convocamos a los vecinos de Perico y a los trabajadores del Hospital Arturo
Zabala a defender la salud pública, gratuita y universal. Pedimos la apertura
de los libros contables de la Finca El Pongo y control por parte de la
comunidad;
aumento presupuestario ya para mejoras edilicias e insumos,
y aumentos salarial para todos los trabajadores y profesionales del nosocomio.
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