Desde su asunción en 2015, el gobernador jujeño Gerardo
Morales viene haciendo campaña con la instalación de plantas solares en la Puna
para generar energía renovable y ecológica. Fue partícipe de la comitiva de
Macri en su gira por Asia para cerrar acuerdos en China al respecto. Ha
anunciado una batería de anuncios de inversión en la provincia, todavía ninguno
firme, en un cuadro de recesión económica y de pérdida de puestos de trabajo.
La Legislatura votó a
fines del año pasado la ley N° 5949, donde habilita al Ejecutivo a tomar
créditos por hasta 450 millones de dólares para la construcción de las plantas.
El Export Import Bank of China (Exim Bank) financia el proyecto del Parque Fotovoltaico
Cauchari I, II y III, que prevé una generación de 300 megavatios.
Al regreso de la
gira, el gobernador dijo que el Parque Solar era el proyecto más avanzado y que
en junio vendrán los técnicos de China a trabajar con los técnicos locales. Sin
embargo, ante una serie de impuestos imprevistos que la provincia no tomó en
cuenta, la Legislatura salió a votar, con el aval de Macri, la Ley N° 6019 que
habilita a la provincia para emitir títulos o bonos hasta 210,5 millones de
dólares, para cubrir el faltante. Esta ley necesitaba una mayoría de dos
tercios de los votos, y la votaron los radicales y aliados, massistas y
aliados, un diputado del FpV y dos ex Unidos y Organizados (ahora socios de
Morales).
Además, la Legislatura ha votado poner como fondo de
Garantía los ingresos que recibe la provincia por coparticipación federal: o
sea, los salarios de los empleados públicos.
El gobierno de Cambia
Jujuy ha duplicado la deuda provincial en un año y medio de gestión, pasando de
7 mil millones a más de 16 mil millones de pesos. Además, anunció la toma de
deuda para compra de cámaras y equipamiento de seguridad en China (con la
empresa ZTE), y para la planta de tratamiento de residuos sólidos (GIRSU).
Negocio redondo para los chinos
En este acuerdo, los
chinos armaron un negocio redondo: por un lado le venden a la provincia las
celdas fotovoltaicas, y por el otro le dan un crédito al estado de Jujuy para
pagarlas.
El crédito será
cubierto por la venta de energía a la Compañía Administradora del Mercado
Mayorista Eléctrico (CAMMESSA). La
compra de energía se garantiza a 59,75 dólares el Mw (megawatt) durante veinte
años.
Grandes anuncios,
pocos cambios
El gobierno ha
planteado que la instalación del parque va a generar 600 puestos de trabajo
directo y unos 1000 indirectos. Lo que no aclara es que será trabajo eventual,
ya que luego de la instalación de los paneles, sólo quedará un grupo reducido
que realizará tareas de mantenimiento. Con respecto a los puestos indirectos,
tampoco hay certezas, ya que todo el material de China va a venir por el
Pacífico y entrar vía Chile, a través del Paso de Jama hasta la Puna, lo que
significa que una parte significativa de estos trabajos, como puede ser el transporte
con camiones, se realizará casi íntegramente desde Chile.
¿Energía Verde?
El gobierno ha planteado en reiteradas oportunidades que
Jujuy se va a convertir en la primera provincia en generar energía ecológica,
renovable, en cantidades para satisfacer las necesidades de ciudades enteras.
Sin embargo, esto hay que tomarlo con pinzas. Jujuy tiene una empresa privada
de distribución y comercialización de la energía, EJESA, con sus plantas
transformadoras instaladas en pleno ejido urbano: en los barrios Malvinas y
Punta Diamante. Desde hace años los vecinos vienen luchando para sacar las
plantas de la ciudad, por ser altamente contaminante y ante el crecimiento de
los casos de cáncer en los barrios afectados.
El Partido Obrero
rechaza el hipotecamiento de generaciones de trabajadores y el endeudamiento
provincial para este gran negociado. Propone un impuesto progresivo a las
grandes fortunas y grandes concentraciones económicas para cubrir los costos de
instalación. Plantea la apertura de los libros y el control popular de los
gastos. Y plantea el retiro del ejido urbano de las plantas transformadoras.
Iñaki Aldasoro
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