El Sindicato de obreros azucareros del Ingenio Ledesma
(SOEAIL) desarrolla desde el jueves un paro por cuatro días (96 horas) en
reclamo de aumento salarial, lo que va acompañado de un pliego reivindicativo.
La paritaria azucarera está paralizada desde antes del inicio de la zafra 2017,
y ya ha pasado más de la mitad de la misma.
La patronal del azúcar, Carna (Centro Azucarero Regional
Noroeste Argentino), pretendía imponer un aumento salarial del 21%, muy por
debajo inclusive del acuerdo obtenido por Fotia (obrero azucareros de Tucumán).
A su vez, del reclamo original de $23.300 de salario inicial, los sindicatos
han flexibilizado sus pretensiones.
La Carna no realizó una propuesta de conjunto y han
arreglado por separado las patronales de San Isidro y Río Grande (un 31%, que
lleva el salario inicial a unos $21.5000 aprox.). Los ingenios Tabacal y
Ledesma, que son los más grandes (los que más producen y facturan), pretenden
otorgar la paritaria más baja del rubro, por debajo de lo acordado en los dos
ingenios mencionados.
Las patronales azucareras no sufren ninguna crisis. Por el
contrario, están ganando como en sus mejores épocas gracias a las exenciones
impositivas, el precio del azúcar en el mercado interno e internacional y por
la suba del corte de las naftas con bioetanol.
Un cuadro de ataques de la patronal y el gobierno
El sindicato del ingenio, y sus trabajadores, vienen sufriendo
sistemáticos ataques por parte de la patronal y el gobierno. Han sido
procesados y multados por una cifra millonaria por cortar la ruta (la denuncia
la efectuó el propio gobernador Gerardo Morales), y reprimidos por parte de las
fuerzas de seguridad cuando intentaron ingresar a la planta.
Recientemente, el gobierno se ha metido dentro de la vida
sindical, primero suspendiendo y luego desconociendo las elecciones realizadas
y el triunfo de la lista Gris, lo que plantea un intento de intervención del sindicato
por parte del Estado. La empresa busca implementar una negociación personal con
cada obrero, saltando así el convenio por empresa y desconociendo al gremio (el
llamado H3, un contrato que están haciendo firmar y que desconoce el convenio
colectivo). Como vemos, Ledesma se adelanta a la reforma laboral negrera.
En vísperas del paro, la empresa largó una campaña de
intimidación contra los obreros para restar fuerza a la medida.
Desde el Partido Obrero hemos propuesto en su momento la
convocatoria a un segundo congreso de la Federación Azucarera Regional (FAR),
donde se pueda debatir de manera colectiva y organizar toda la fuerza, para
salir a enfrentar el ajuste, la persecución y las provocaciones de la patronal
y los gobiernos. Un congreso de estas características, que vote medidas de
conjunto, hubiera sido un salto fenomenal con respecto a los paros aislados que
realizaron en su momento los obreros de San Isidro, La Esperanza y ahora
Ledesma.
Hay que repetir el ejemplo de los trabajadores de La
Esperanza, que lograron torcer el brazo al gobierno ajustador de Morales y
lograron evitar despidos encubiertos durante la zafra 2017.
Todo el apoyo a los obreros de Ledesma. Ni un paso atrás.
Abajo las provocaciones de la empresa y el gobierno.
IÑAKI ALDASORO
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