Finalmente, la docencia antiburocratica logro quebrar todas las maniobras y conquistar el gremio.
Las
elecciones de renovación de autoridades de los docentes de media y superior se
debieron haber realizado el año pasado. La anterior conducción, encabezada por
Montero, repudiado por la docencia por acompañar todos los ataques contra los
trabajadores, paritarias de miseria y denunciado por el vaciamiento del gremio.
fue clave para llevar adelante una serie de maniobras para evitar que la
docencia combativa se pronuncie, intentando, incluso, mantener a Montero en su
cargo a como dé lugar, con el apoyo logístico del gobierno provincial y
nacional, de mano del Ministerio de Trabajo en su momento.
Las
elecciones se debían realizar en agosto del año pasado, cuando producto de la
crisis de la directiva con mandato vencido, se terminaron convocando dos
elecciones casi simultaneas. La posibilidad efectiva de que la Lista Morena
(Marina Vilte y la Conti Santoro -RyR) dispute el gremio eran concretas y
reales, sin embargo, el PTS, en vez de buscar un acuerdo para una lista común
que enfrente a la burocracia, decidió ir sólo, bajo el lema de que eran “la
lista de Vilca”. Finalmente terminó realizándose una elección donde iba a
participar toda la oposición, y otra donde solo participaría la lista de
Montero y la 9 de abril (PTS). La lista Morena ganó las elecciones con un
importante caudal de votos, pero el Ministerio de Trabajo impugnó los comicios,
reconociendo la convocatoria hecha por el gremio, en medio de una serie de
irregularidades. Frente al triunfo de la Lista Morena y el reconocimiento de la
docencia a su fuerza, frente al cuadro de que iba a quedar fuera de la disputa
del gremio por una decisión arbitraria del gobierno, el PTS decidió ceder
espacios en su lista a la Morena para que puedan participar en la elección.
Montero terminó impugnando la lista y pretendiendo autoproclamarse vencedor sin
tener que participar de una contienda electoral, frente al repudio general de
la docencia. Esto derivó en una intervención del gremio y el establecimiento de
nuevas elecciones para renovar autoridades.
Para esta
elección, toda la oposición a Montero, incluso sectores que le respondían, se
unieron en una sola lista para evitar que la Morena conquiste el gremio,
inclusive con apoyo del propio gobierno provincial. La elección quedó
completamente polarizada entre la Celeste y la Morena.
El triunfo
contundente por 845 votos contra los 615 que obtuvo la Celeste, es un fuerte
impulso para los grandes desafíos que se vienen, y un pronunciamiento
categórico de la docencia
El triunfo
de la lista Morena
La victoria
de la lista Morena, con la profesora Mercedes “Mecha” Sosa a la cabeza tendrá
grandes desafíos en la próxima etapa. El más importante será el de organizar a
la docencia para recuperar todo lo perdido en estos años en materia salarial y
de condiciones laborales, particularmente contra el presentismo que ha impuesto
el gobierno, que ataca el derecho a huelga y hasta el de enfermarnos. Todo esto
agravado por el ajuste educativo del gobierno nacional y provincial; la lucha
por la independencia política del gremio también será una prueba de fuego para
la conducción. Tendrá que ser una punta, un inicio para futura luchas, para
replantear la necesidad de la organización de los trabajadores para recuperar
los sindicatos, ya que traduce la decisión de la docencia que repudió las
distintas maniobras de las burocracias que dirigieron el gremio en las últimas
décadas.
Este nuevo
cuadro tiene que permitir una gran deliberación, balance y discusión de toda la
docencia, junto a la nueva conducción, apoyándose en la movilización por los
reclamos de los docentes, y empalmar también en el hecho de que la docencia
está saliendo a pelear en varias provincias, organizando la coordinación de las
luchas.
Paula Retambay
Comentarios