Luego de la
importante elección jujeña, los partidos que integran el FITU han presentado
sus respectivos balances. Una lectura atenta refleja las diferentes posturas a
la hora de atribuirse el resultado. A la provincia viajaron especialmente
Myriam Bregman (PTS) y Cele Fierro (MST), el día de los comicios, para
acompañar a sus respectivos candidatos.
Durante la
campaña, los partidos del FITU no realizaron ningún acto ni movilización común.
La dirección de la campaña electoral fue la que le imprimió el PTS. Por un
lado, le impuso una impronta “propositiva”: por ejemplo, prometió un sistema de
transporte urbano “efectivo” y “sin necesidad de subsidios”, con una tarifa
plana ‘obrera’ de $2.700. Al proyecto se lo tragaron la tendencia a la
hiperinflación y la corrida cambiaria de hace una semana. Su slogan de campaña
fue “una provincia rica, con trabajadores pobres”, adaptación del planteo que
levantó Pedro Castillo en Perú. El PTS buscó empalmar la campaña electoral y la
figura de Vilca con una reivindicación histórica de los pueblos originarios, en
una formulación de tipo ´nacionalista´. Esta orientación no fue confrontada por
el resto de los integrantes del FITU, que se mantuvieron expectantes del caudal
electoral que eventualmente pudiera recoger la figura de Vilca. El objetivo,
por lo menos desde el punto de vista electoral inmediato, ha sido logrado, ya
que la instalación y apoyo a Vilca fue superior a la registrada por el resto de
los candidatos FITU e incluso a la de su propio partido: ha logrado un 20% más
de votos en un categoría ejecutiva -gobernador- para la cual, históricamente,
se recogen menos votos que en las categorías legislativas –diputados,
concejales y, en este caso, además constituyentes.
Para Prensa
Obrera, el buen resultado de la elección se produjo por la “ampliación
territorial” de la campaña, “llegando a 16 localidades” que aportó el Polo
Obrero y a sus 500 fiscales el día de los comicios. Sin embargo, el balance del
aparato del PO omite que, en la mayoría de esos distritos, no presentaron lista
por el veto del propio PTS a presentar candidatos donde no hubiera una
“militancia reconocida”. Donde sí presentaron candidatos, las listas eran
encabezadas por el propio PTS, con excepción de la intendencia de Perico, una
´prenda de unidad´ acordada sobre el cierre de las presentaciones. El PTS hizo
un acuerdo con el MST, a expensas del PO Oficial, a pesar de su ´ampliación
territorial´ y de la cantidad de fiscales aportados, para ubicarlo como tercera
fuerza dentro del FITU. Es el precio que tuvo que pagar el aparato para que el
resto convalide la intervención federal de la personería y la exclusión de toda
su militancia jujeña en 2021.
Para el PTS
se trata de la elección ejecutiva más importante desde 1983 a la fecha y hace
fuerte hincapié en la comparación con la elección de 2019, no solo en
referencia a sus propios votos sino a la declinación del peronismo. No hace
mención, en cambio, a la elección nacional de 2021, cuando el PTS obtuvo casi
el 24% de los votos, caudal que sufrió una pérdida sustancial en esta
oportunidad. Con relación al PJ, también en comparación con la elección de
2019, vaticina su derrumbe. Sin embargo, comparado con 2021, el peronismo ha
mostrado una relativa recuperación, superando ampliamente al FITU, que se
proponía disputarle el segundo lugar. Respecto de la cantidad de fiscales
aportados por el Polo Obrero y a su extensión territorial, en cambio, no hace
ninguna alusión.
El MST
destaca en su nota un gran ausentismo que no fue tal, finalmente voto más del
70% de la población. La nota, escueta, trato de demostrar que el MST es la
segunda fuerza dentro del FITU. Probablemente estén preparando una eventual
lista para las PASO Nacionales. En 2021, el MST presento una lista que obtuvo
casi el 30% de los votos en la interna con el PTS, y no entró en la rotación de
la banca de Vilca porque le subieron el “piso” en la interna de la izquierda.
Todas las
fuerzas hicieron fuertes denuncias sobre el fraude, pero que se fueron apagando
a medida que el escrutinio demostraba que se aseguraba “romper” el piso
electoral y conquistar posiciones legislativas. El FITU ha logrado conquistar
tres diputados, dos concejales y seis convencionales constituyentes. Los tres
diputados que asumirán son militantes del PTS, y hay un acuerdo de rotación con
el MST y luego, el PO oficial. Como a nivel nacional, no habrá un bloque único
de diputados en la Legislatura y posiblemente tampoco en la Convención.
Salvo
parcialmente, en el caso del PTS, ninguno de los balances presentados por las
demás fuerzas del FITU incorpora el cuadro de crisis político provincial, ni
explica la elección del radicalismo en un marco de miseria creciente y ajuste y
la necesidad de organizar a los trabajadores para enfrentar el derrumbe de sus
condiciones de vida.
Esta
elección seguramente pesará en la interna nacional del FITU, atravesada por
ataques de todo calibre, pero sin una delimitación politica ni programatica. El
PTS va a anotarse otro poroto en el cabildeo a la hora de un armado de listas
nacionales.
Iñaki Aldasoro
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