Por una
salida política independiente de los trabajadores.
Este 20 de
julio se produjo un nuevo aniversario de la marcha del Apagón, que recuerda el
secuestro y desaparición de activistas, obreros y vecinos del departamento
Ledesma de Jujuy en 1976, por parte de la dictadura militar con complicidad de
empresa Ledesma. También se cumplió un mes de la jura de la reforma de la
constitución provincial promovida por Gerardo Morales.
Se
realizaron dos importantes marchas, una en Libertador General San Martín y otra
en San Salvador de Jujuy. A la clásica consigna de ‘abajo la impunidad de ayer
y de hoy’ se agregó el repudio a la represión desatado por el gobierno de
Morales y pedido de que caiga la reforma constitucional.
La marcha
tradicional de Calilegua a Libertador durante los últimos 15 años fue copada
por el kirchnerismo en el intento de construcción de su propio ‘relato’. El
‘relato’ K busca encubrir el rol del matrimonio Kirchner durante la dictadura,
su acompañamiento al gobierno de Menem, sus vínculos con Blaquier y la propia
represión que ejercieron mientras estuvieron en el gobierno.
Este
copamiento oficialista de la marcha es tal, que por muchos años se participaba
de la marcha, pero al finalizar se realizaban actos independientes del central,
donde los luchadores y la izquierda podían desenvolver un planteo que demuestre
la continuidad y complicidad del oficialismo nacional con las políticas de
ajuste contra el pueblo.
Este año,
sin embargo, la represión de Morales y la reforma constitucional, fue la excusa
que permitió correr el eje de una delimitación política nacional y que los
integrantes del FITU compartieran el escenario y el acto con los funcionarios
del gobierno nacional, sin realizar una delimitación política clara sobre la
complicidad del gobierno nacional y sus agentes con Morales por la explotación
de los recursos naturales y la complicidad del PJ con su reforma y con la
represión desatada.
Esta lucha
política ha divido a los organismos de derechos humanos. Una minoría mantiene
la independencia política frente a la cooptación del kirchnerismo.
De la
marcha en libertador participó un sector de la primera plana K, como Hugo
Yasky, sectores de la CTA y Horacio Pietragalla, quien como secretario de DDHH
de la Nación terminaron avalando el fallo que declaraba seniles a Blaquier y
Lemos, maniobra tejida en el gobierno de Macri, que buscaba darle una salida
elegante al juicio que enfrentaban por su responsabilidad en la noche del
apagón. Blaquier murió impune y Lemos vive todavía en la impunidad.
La marcha
en San Salvador, que también fue masiva, incluyó a gremios, organizaciones
sociales, de DDHH y partidos de izquierda, la mayor parte de ellos enrolados en
la Multisectorial contra la reforma.
Política
Obrera y la tendencia del Polo Obrero, que no integra la Multi, marchó junto a
la Coordinadora de Organizaciones Sociales, participando de la marcha, pero con
una columna propia. De las diversas intervenciones que se realizaron, algunas
abordaron algunos puntos de contacto entre la noche del apagón y la represión
del 20 de julio pasado, con la utilización de camionetas de empresas privadas
por parte de la fuerza policial para detener manifestantes, los policías
infiltrados y de civil, las órdenes de allanamientos irregulares a las
viviendas particulares, etc. Intervinieron varios de los manifestantes con
pedido de detención, donde si bien se hizo mucho hincapié en la necesidad de
continuar la lucha y la defensa del territorio, estos adolecieron de una
orientación política sobre como seguimos la lucha. A Política Obrera y el resto
de la coordinadora junto a otros sectores nos cercenaron el uso de la palabra
por no integrar la multisectorial.
El planteo
de la Multisectorial, en términos estratégicos, sigue siendo ser furgón de cola
del gobierno nacional (y del nacionalismo burgués) con el planteo de
judicializar la reforma y buscar un fallo favorable en la Corte Suprema. Esta
orientación es lesiva para la lucha contra la reforma que en los hechos se
sigue sosteniendo con cortes de ruta, piquetes y la lucha de los trabajadores.
Recientemente
saludaron la declaración de un sector de la iglesia contra la reforma con el
planteo de que ‘todo suma’. Sin embargo, la Iglesia y la CGT provincial vienen
de reunirse con los ministros del gobierno de Morales y han planteado la
necesidad de devolver la “paz” al pueblo. Sin embargo, esta paz es con la con
la reforma constitucional y condenando la violencia, particularmente, de los
que se han manifestado en rechazo de la mentada reforma. Algunos gremios que
integran la multisectorial pertenecen, por lo menos formalmente, a la CGT
Jujuy.
El dato
político distintivo de estas marchas es que marcharon los maestros de primaria
y de media en una columna propia de la docencia, quienes han sostenido una
lucha histórica en la provincia por el aumento salarial, con marchas y paros
que sacudieron la provincia. Los docentes primarios mantienen el paro por
tiempo indeterminado aun hoy, y sostiene medidas de fuerza y permanencia en
medio de las vacaciones de invierno. Sin embargo, el lugar que se ganaron estos
sectores en lucha no tuvo se merecido reconocimiento en el escenario de los
actos, principalmente en el de Ledesma.
Esta nueva
marcha del Apagón, que sumaba el aniversario de la reforma reaccionaria, ha
dejado expuestos estos problemas políticos presentes en la vanguardia para
desenvolver una lucha por la caída de la reforma reaccionaria y la satisfacción
de los reclamos populares.
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