Jujuy: preparemos una gran huelga general para derrotar el ataque de Milei y Sadir


Mientras la situación económica y social se agrava en la provincia, los partidos patronales aportan ‘gobernabilidad’ y se anotan para recibir las dádivas.

 Es “necesario y urgente” retomar la lucha con la huelga docente desde las bases.

La gran lucha docente del 2023 ha demostrado que la herramienta por excelencia de los trabajadores es el PARO ACTIVO. Cada conquista arrancada fue fruto del gran paro por tiempo indeterminado que hemos llevado adelante los docentes jujeños en todos los niveles educativos, vaciando las escuelas y levantando con convicción la consigna de una mejora salarial.

 

La huelga general docente por tiempo indeterminado del año pasado ha logrado convertirse en un rico proceso, que supo quebrar la resistencia y provocación del gobierno; la histórica lucha docente se ganó tal autoridad, que logró el apoyo de toda la sociedad, de la misma manera que el conjunto de los trabajadores estatales la miraron con simpatía: circulaba a lo largo de toda la provincia la idea de que; “si ganaban los docentes, ganaban todos”. Logró convertirse, además, en una importante escuela de formación sindical para el conjunto de la docencia, especialmente para una importante camada de docentes jóvenes.

 

La primera conquista fue haber logrado quebrar la lógica de la paritaria por decreto que impuso el gobernador Morales durante sus dos mandatos. La segunda, fue el incremento del poder adquisitivo de los docentes. Aunque al poco tiempo, este haya resultado insuficiente por la creciente inflación desatada durante el gobierno de Massa. Pese a que luego se levantaran las medidas históricas de lucha, la permanencia al costado de la ruta, los debates y las asambleas, la experiencia que dejó fue de gran riqueza y un balance positivo para lo que se viene: un 2024 de ajuste y de lucha.

 

La declaración de la educación como servicio esencial y la eliminación de la paritaria nacional docente con la idea de que sean el Consejo Federal de Educación y los ministros provinciales quienes fijen el salario docente, son ya dos grandes razones para que la docencia jujeña balancee y analice “la necesidad y urgencia” de retomar los métodos con que el año pasado ha salido a la lucha, protagonizando la histórica huelga. Histórica por su extensión y por su profundidad.

 

Este ataque sin precedentes de los últimos años por parte del gobierno nacional trae consigo un choque directo con la educación en su conjunto: al salario docente y a sus condiciones laborales, a las condiciones edilicias, a los comedores escolares, al sostenimiento de la educación en general y a todos los trabajadores de la educación. Es por ello que, ante un ataque de conjunto, debemos dar una respuesta de conjunto.

 En este marco, es preciso destacar que el gobernador Sadir (sucesor de Morales) no se queda atrás.

 La máxima mileísta de “no hay plata” viene siendo tomada por el gobierno provincial desde hace tiempo. Por un lado, el ex gobernador radical se paseó por los medios de comunicación nacionales, hablando sobre los beneficios que traía para la provincia el cambio en la matriz productiva y los acuerdos con diversos grupos transnacionales, especialmente con los capitales chinos, aunque la realidad fue y continúa siendo que los trabajadores estatales jujeños son los peores pagos del país, incluidos los docentes.

 Mientras el ajuste pasa y los bolsillos de los trabajadores lo sufren cada vez más, los gobernadores se hacen las víctimas del maltrato mileista.

 Nada más falso.

 

Todos los gobernadores harán pagar las consecuencias a las y los docentes. Hace una semana, mientras se desarrollaban las sesiones sobre la Ley ómnibus en el Congreso, estos mismos daban pelea y eran los voceros de los capitales mineros, petroleros y agroexportadores de sus provincias. Pero jamás dijeron una palabra sobre la quita de los recursos del FONID, Conectividad, del Fondo compensador o de los refuerzos a los comedores escolares, o sea, jamás se pronunciaron sobre el ataque directo a la docencia por parte de dicho proyecto de ley.

 

Es por ello que, a modo de chantaje, y para que los docentes no nos organicemos por un incremento al salario, es que tanto gobernadores y ministros de Educación ponen en la agenda “el no inicio de clases”, con la excusa de que no hay plata ya que Nación quitó esos fondos. El papel que cumplen hoy ante la decisión del gobierno nacional de dejar de enviar a las provincias los fondos que se destinan para pagar parte del salario de los trabajadores de la educación y para el sostenimiento de diferentes políticas educativas es el de desarticular cualquier tipo de organización de los trabajadores de la educación, porque sabe que, más temprano que tarde, vamos a salir a luchar para defender nuestros derechos ganados e ir por todo lo que nos falta.

 

La quita del Fonid (Fondo Nacional de Incentivo Docente) que perciben todas las maestras y maestros del país y el “Fondo compensador de desigualdades salariales” puede significar para un maestro de grado que recién ingresa al sistema, la merma en un 10% de su sueldo. Ni hablar del recorte que impacta en comedores escolares y el programa “Conectar Igualdad”.

 

Misiones, Santa Cruz y Tucumán son las primeras provincias en no recibir estos fondos. Tucumán ante esta situación se prepara para un paro de 72 hs.

 

En este marco, es que los docentes jujeños debemos armar nuestra propia agenda, retomando los métodos de lucha del año pasado, preparando una gran huelga general docente, tomando en nuestras manos “el no inicio” con un contenido verdaderamente reivindicativo de nuestros derechos, con la perspectiva de la extensión de la huelga a nivel nacional. El 16/02 la primera jornada institucional del año, debería estar al servicio de la discusión de un balance sobre la situación política y económica, nuestras condiciones laborales y el salario, para debatir sobre los mecanismos para llevar adelante una fuerte lucha como la del año pasado.

 Con un piso salarial docente de $250.000 y una canasta básica de $500.000 no se puede volver a las aulas.

 Desde la agrupación Tendencia Docente Clasista, planteamos ir:

Por la preparación de una gran huelga general. Por aumento de salario al básico del 100%, por cargo docente. Salario inicial igual al costo de la canasta familiar por cargo indexado por inflación quincenalmente. Defensa de los regímenes jubilatorios en términos y de los Estatutos del Docente. Paritarios electos por la base. Abajo la ley ómnibus y por el retiro completo del DNU. No a la disolución de la paritaria nacional “testigo”. Por una paritaria nacional conjunta de todas las provincias con un pliego de reivindicaciones decidido por la base.

 

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